El señor que lee comics y yo…

Hoy iba camino a casa, aún era temprano en la mañana pero ya estaba molido. Creo que tengo un cansancio permanente que no me deja vivir en paz o es simplemente un cargo de conciencia prolongado.
Saqué el libro que tengo en la maleta para estos casos, vale la pena adelantar que el libro es pésimo y que solamente lo voy a terminar para no sentirme mal.
En el frío de la mañana y ya bien sentado en el bus comencé a releer la página anterior a la del separador de páginas ya que como el libro no ha logrado cautivarme lo necesario siempre me olvido siempre la ultima parte que leí. Estaba entonces en ese engorroso trámite cuando un señor algo entrado en años, (me atrevería a decir setentón) subió al bus y se sentó a mi lado.

Me pareció bastante curioso que este señor tenga una mochila al hombro, el estereotipo grita que el objeto para portar cosas sea un portafolio, mas no una mochila.
El asunto es que él saco de su mochila un librito angosto y pequeño, con muchos colores. Ante mi sorpresa era un cómic book, lo que el tenía entre manos. Simplemente me emocionó el cuadro. Fue suficientemente poderoso el asunto que yo aparté mi lectura para fijarme con mayor detalle en el librito. El librito tenía en la portada un jinete tipo Marlboro y de título se podía leer con grandes letras “El jinete fantasma”.
Creo que fui demasiado obvio al fijarme en el señor y el cerró su libro y me dijo:
—Son interesantes las historietas ¿cierto?
—Me encantan —le respondí—. Aunque ha pasado bastante tiempo desde que compré la última. Nunca llegan completas —terminé de decir—.

Me miró un momento en silencio, y dijo: —Es que esas que vienen en varios números nunca han llegado completas. Creo que alguna vez alguien hizo una serie acá pero ni esa llegó completa.
No creía el cuadro que estaba viviendo conversando con un seguidor de comics de hace mucho tiempo y de seguro desde que se imprimían litográficamente. Pre Warholianos diría un amigo.
La conversación se movió de la falta de continuidad a los héroes de las revistitas a él era obvio que le gustaban los “westerns” mientras que este servidor no sale de Spawn, Batman y sus anexos
El señor tenía que bajarse del bus, solamente me dijo a modo de despedida:

—Deje de leer esos libros “puro letras” y malos y mejor siga leyendo “dibujitos” que esos no hacen daño y por más malos que sean uno no gasta mucho tiempo en ello.

Se bajó el señor, yo guardé el libro mientras por la ventana rociada con la llovizna que no había parado en muchas horas lograba ver como el señor se volvía a calzar la mochila con lentitud y caminaba a su destino…
Esa imagen sigue en mi cabeza mientras decido en devolver o no el libro a la repisa de donde salió.