lunes, septiembre 01, 2014

Ruido

Soy de los que muchas veces he dicho, al diablo, lo que yo necesito es mandar todo al diablo e irme a atender un bar de cócteles de muy buen sabor hechos con tragos baratos en una playa cercana al paraíso. Y sé que muchos de los que me leen seguramente han pensado lo mismo alguna vez. 

La imagen costera se enfoca mientras seguimos soñando, el pedazo de mar que nos gusta, la tranquilidad de vivir todo el día en chancletas, mojitos de colores y temporada baja de turistas, todo se aclara y toma la forma de nuestra playa soñada; suena el teléfono, vibra un mensaje en el smart phone, las ideas de un mar azul y atardeceres naranjas y palmeras verdes se esfuman, vuelves de un porrazo a la realidad y luego de responder la llamada, reír o enojarte con la imagen que te llegó al teléfono, solamente queda la pregunta en el aire: ¿por qué no me largo de una vez? 

1 comentario:

Pentapodologa dijo...

Yo quiero hacer lo mismo..."agarrar el camino y mandarme a cambiar"