No se de dónde salio esa conocida frase, ni las derivaciones como: parir piñas, tunas, sandías, etc.
Para éste caso dan exactamente lo mismo. Aunque no entiendo como un hombre puede parir ese tipo de cosas, pero de seguro, haga como lo haga o salga por dónde le salga no debe ser nada bueno o indoloro.
Nunca había usado esta singular frase tantas veces como esta semana y creo que seguiré haciéndolo en lo que queda del mes.
Ojala cada vez menos porque si no es así, se acerca peligrosamente una gastritis que ni la mas tuca de las Milantas® podrá doblegar.
O si no es gastritis lo que se viene será una invasión de chivos. Tal sería la invasión que plaga de estos mismos animales en las Galápagos se quedaría corta.
“Parir chivos” creo que no tiene que ver con miedo a sacar un mutante como hijo, creo que se refiere a la ansiedad.
Estado que te deja vacía la panza y el pecho apretujado, sin que te hayas metido en algún juego del play land park —parque de diversiones— o a cualquier lavadora o elementro centrifugante.
Ese maldito nudo en la panza es totalmente diferente al nudo cuando estas enamorado, el nudo de la ansiedad a más de ser un nudo de graduación para un boy scout, te deja un sentimiento de desgarre interior y de que algo se quiere salir por los poros o por el mismo ombligo.
Y aquí hablando de salidas a presión es dónde encuentro la analogía al dolor de parto. Por eso alguien acuño esta famosísima frase.
Dejando la gramática y el análisis, me doy cuenta que esa sensación no la había sentido en mucho tiempo aunque se vino con fuerza esta semana, por motivos de irresponsabilidad dejé por mucho tiempo ciertos exámenes para poder seguir el paso al grado, ese examen me puso contra la pared esta semana. El hecho de no saber su resultado me tuvo en vilo y al borde de la intoxicación por cafeína estos días. ¿Estudiando? Nada que ver, simplemente pensando en el resultado ya que nunca tuve tiempo para estudiar. Fue una suerte que haya caído por la universidad el día justo para que me den la noticia que era ahora el examen o nunca.
La semana de espera de resultados fue la que resultó larga y exponencialmente más largo fue del día de revisar los resultados.
¡Nació sanito!. Diría un papá orgulloso al ver a su retoño, tanta paridera para esto fue lo que dije yo. Me fue bien, no tan bien como debía pero no hay de que preocuparse. Así la ansiedad despareció por el espacio de 3 segundos en los que me di cuenta que por andar espantado con el examencito había dejado los proyectos pendientes de lado y eso creó otra vez las contracciones abdominales.
Dejando la tragicomedia; Ansiedad, era el tema del que quería tratar en este post.
Pensar en la espera, de aguardar por algo oculto a la vista, de ver como todo pasa a la espera de que alguna acción cambie los patrones de movimiento, la incertidumbre de los hechos próximos, los pensamientos a futuro, si el resultado es positivo o los de corto plazo si es negativo.
Ansiedad, sensación que esta ahí para decirme que no todo esta en mis manos, sensación con olor a irresponsabilidad.
Supongo que cuando vas a tomar una prueba de SIDA, si has sido responsable la ansiedad hasta que te entreguen el papel será mínima, pero si algún momento la cabeza caliente nos empujó a situaciones extremas, esa sensación, no se la recomiendo a nadie. Por este tema podemos hacer n link a Ludo.
Ahora sé porque se inventaron medicamentos para recetar en contra de la ansiedad.
No se si yo soporte pasar dos semanas más en ese estado.
Aunque: ¿Qué se sentirá saber que en las calenturas pasionales un par de tortolitos no se cuidó? Y como agravante tienen que esperar, para saber que pasará.
Adelantándome a ciertas respuestas, la pastilla del día después no cuenta en este post. En la vida real claro que cuenta y claro tampoco cuenta que los tortolitos sea una pareja que anda buscando un vástago 40 meses…
Veamos pues, que aparece en la caja de comentarios.
Para éste caso dan exactamente lo mismo. Aunque no entiendo como un hombre puede parir ese tipo de cosas, pero de seguro, haga como lo haga o salga por dónde le salga no debe ser nada bueno o indoloro.
Nunca había usado esta singular frase tantas veces como esta semana y creo que seguiré haciéndolo en lo que queda del mes.
Ojala cada vez menos porque si no es así, se acerca peligrosamente una gastritis que ni la mas tuca de las Milantas® podrá doblegar.
O si no es gastritis lo que se viene será una invasión de chivos. Tal sería la invasión que plaga de estos mismos animales en las Galápagos se quedaría corta.
“Parir chivos” creo que no tiene que ver con miedo a sacar un mutante como hijo, creo que se refiere a la ansiedad.
Estado que te deja vacía la panza y el pecho apretujado, sin que te hayas metido en algún juego del play land park —parque de diversiones— o a cualquier lavadora o elementro centrifugante.
Ese maldito nudo en la panza es totalmente diferente al nudo cuando estas enamorado, el nudo de la ansiedad a más de ser un nudo de graduación para un boy scout, te deja un sentimiento de desgarre interior y de que algo se quiere salir por los poros o por el mismo ombligo.
Y aquí hablando de salidas a presión es dónde encuentro la analogía al dolor de parto. Por eso alguien acuño esta famosísima frase.
Dejando la gramática y el análisis, me doy cuenta que esa sensación no la había sentido en mucho tiempo aunque se vino con fuerza esta semana, por motivos de irresponsabilidad dejé por mucho tiempo ciertos exámenes para poder seguir el paso al grado, ese examen me puso contra la pared esta semana. El hecho de no saber su resultado me tuvo en vilo y al borde de la intoxicación por cafeína estos días. ¿Estudiando? Nada que ver, simplemente pensando en el resultado ya que nunca tuve tiempo para estudiar. Fue una suerte que haya caído por la universidad el día justo para que me den la noticia que era ahora el examen o nunca.
La semana de espera de resultados fue la que resultó larga y exponencialmente más largo fue del día de revisar los resultados.
¡Nació sanito!. Diría un papá orgulloso al ver a su retoño, tanta paridera para esto fue lo que dije yo. Me fue bien, no tan bien como debía pero no hay de que preocuparse. Así la ansiedad despareció por el espacio de 3 segundos en los que me di cuenta que por andar espantado con el examencito había dejado los proyectos pendientes de lado y eso creó otra vez las contracciones abdominales.
Dejando la tragicomedia; Ansiedad, era el tema del que quería tratar en este post.
Pensar en la espera, de aguardar por algo oculto a la vista, de ver como todo pasa a la espera de que alguna acción cambie los patrones de movimiento, la incertidumbre de los hechos próximos, los pensamientos a futuro, si el resultado es positivo o los de corto plazo si es negativo.
Ansiedad, sensación que esta ahí para decirme que no todo esta en mis manos, sensación con olor a irresponsabilidad.
Supongo que cuando vas a tomar una prueba de SIDA, si has sido responsable la ansiedad hasta que te entreguen el papel será mínima, pero si algún momento la cabeza caliente nos empujó a situaciones extremas, esa sensación, no se la recomiendo a nadie. Por este tema podemos hacer n link a Ludo.
Ahora sé porque se inventaron medicamentos para recetar en contra de la ansiedad.
No se si yo soporte pasar dos semanas más en ese estado.
Aunque: ¿Qué se sentirá saber que en las calenturas pasionales un par de tortolitos no se cuidó? Y como agravante tienen que esperar, para saber que pasará.
Adelantándome a ciertas respuestas, la pastilla del día después no cuenta en este post. En la vida real claro que cuenta y claro tampoco cuenta que los tortolitos sea una pareja que anda buscando un vástago 40 meses…
Veamos pues, que aparece en la caja de comentarios.
5 comentarios:
Exacto, es esa sensación de imotencia extrema. Lo de la prueba de VIH es algo que no le recomiendo a nadie... o será que uno no tiene la conciencia tranquila?
jajaja...mip mip mip....mip mip mip...pobreshito!! tabas espantadito?? perdón por no estar ahi para ver tu carita de shuto! ;)
Saludos!
Ludo: ¿qué habras hecho para que no estés seguro?
Penta: no era shuto, no estaba espantado no, estaba pariendo chivos cabezones...
Cabería escribir entonces sobre la sensación post-parto-chivesca, porque esa es otra muuuy interesante... relax total.
Good post!
Te comprendo... No sabes cuanto te comprendo..
Soluciones:
1. Agua de toronjil (ansiedad leve)
2. Tintura de valeriana en grandes dosis (ansiedad moderada)
3. RIVOTRIL (sientes que vas a morir)
un saludo
http://floryreflujo.blogspot.com/
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