viernes, noviembre 25, 2005

Pastv encuentra a Mafalda

He dejado de lado mucho tiempo a mi blog, desde el viajecito no he podido escribir tranquilamente hasta hoy. Pero hoy jueves-viernes fue el día en que por fin lo logré y aquí estoy contándoles algo del viaje a Buenos Aires.

Como a muchos de mis conocidos (incluyendo a mi madre) nos encanta la tira cómica de Quino: Mafalda. Siendo muy sincero yo a Mafalda ya no la considero una tira cómica, la miro como una persona viva y la imagen que tengo de ella es como un ejemplo a seguir y como es la persona que es tengo ganas de conocerla y de conversar con ella; imaginemos lo divertido que debe ser sentarse a la mesa con ella y oír sus reacciones.

Cambiando un poco de tema, los que hemos leído a Mafalda, de una u otra manera sabemos que vivió en Buenos Aires. Y como broma con una amiga al llegar nos propusimos encontrar la casa de aquella pequeña que nos alegra la vida, lastimosamente. en la tira nunca se menciona la ubicación, yo pensaba que iba ser imposible…
Claro la broma se quedó en el ambiente y a mí me movió el nervio de la aventura.
Pasó el tiempo, encontré la casa de Charly García antes que la de Mafalda, el turismo, las actividades académicas, el cansancio me iban quitando poco a poco y sin que yo me percatara, las ganas de buscar la casa donde habitó Mafalda.

Esos días llego el presiente Bush al suelo argentino, teníamos manifestaciones en contra de aquel tipo, tráfico, temores por atentados entre otras cosas.
Nosotros como buenos turistas estábamos algo ajenos a todas estas actividades, claro por razones de seguridad, y porque ya me sentía mal de no saber que pasaba con el mundo compré un diario en la puesto de la esquina, El Clarín exactamente, ahí me desayune unas cuantas noticias políticas, otras de Diseño y la que más me encantó: “El blog que muestra la casa de Mafalda”, un articulito que reseñaba un blog, el mismo que mostraba la casa que tenía ganas de conocer.
Fue muy grata la sensación que tuve, llegué a la Escuela donde hacíamos nuestras actividades y claro, entré al blog a ver que tan lejos me quedaba conocer la casa de Mafaldita. Más grata aún fue mi sorpresa cuando en el mapa, su casa no quedaba lejos, solo 8 cuadras desde la residencia donde me hospedaba… Al día siguiente mi primera actividad fue ir a ver la casa, esa casita, donde jugaban los amigos de Mafalda y no niego que esperaba y quería encontrarme con ellos.

Caminé y desayuné al mismo tiempo, hasta que al fin llegué al sitio, un condominio como cualquier otro, pero con un rasgo especial, cierto tipo de magia en su ambiente, la magia que pocos conocemos, la magia de un icono imaginario para muchos como yo, un icono vivo.
Las sensaciones fueron de placer, felicidad, paz, amor por el mundo, todas las sensaciones que me había dado Mafalda estaban ahí, juntas y mezcladas, mas luego vino la intriga… —¿Se podrán tomar fotos? —Me preguntaba, mientras analizaba la manera de camuflar la cámara para sacar una imagen por lo menos.
Y así lo hice, fotos movidas y sin fuerza, no me gustó eso, así que claramente apelé a mi descaro y pedí por favor me saquen un foto, sentado donde se sentaba Mafalda a mirar pasar el mundo.
Lo que vino fue sentir la magia de la vida, mientras me tomaba las fotos, el portero del condominio salió y se estableció un diálogo parecido a éste:
—Hola, ¿Cómo así te tomás fotos aquí? ¿Es porque sabés que es la casa de Mafalda?
A lo que respondí con una sonrisa de oreja a oreja, —¡Sí! Me encantó saber donde vivió ella.
—¡Claro, mirá que aquí vivía ella y su padre Quino, los dos eran personas lindas, sabés! Mira, che, nosotros conocemos a Mafalda desde que era así de chiquita.— Decía el portero, mientras mostraba el tamaño que tenía Mafalda cuando nació.
La plática siguió por un rato más, yo me sentía impresionado, bajo algún hechizo de esos que sólo se dan en las tierras del realismo mágico, no podía creer (aun no creo) que haya estado ahí…
Creo que las palabras se quedan cortas para contarles todas las sensaciones que implican sentir vivo a un personaje como Mafalda, sentirla caminar, correr, gritar por aquella calle Chile, saber que saludaba al portero, el mismo que en ese instante estrechaba mi mano y me indicaba donde quedaba almacén Don Manolo.
Pues para que me crean, y para que algunos me conozcan, ahí les pongo la foto de la que tanto he hablado y un link que completa mi historia…
Vivamos nuestros cuentos, nuestras historias, nuestros personajes, traigamos a la vida a gente como Mafalda… es mi conclusión.




























Como ya dije arriba, aqui van los links:

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso solo pasa en latinoamérica... el realismo mágico no es una tendencia, es una forma de vida...

Que será de unas fotitos...

Pentapodologa dijo...

nuestra amiga mafalda a regalado una sonrisa !!! jejeje
y por supuesto a despertado la envidia de los que no podemos viajar a conocer estos parajes que poco a poco se vuelven parte de cada una de nuestras culturas.

So dijo...

oh!! que envidia!
que chevere que hayas podido conocer esa casa, tan pintada y tal leida.
hasta el numerito tiene :D

Veo que hace rato no pasas por tu blog... nada de dejarlo desatendido eh?

Anónimo dijo...

Ya logramos que un legislador presente un proyecto para que pongan la placa recordatoria. Saludos.

Anónimo dijo...

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