Hay muchas actividades que como son repetitivas pasan a ser secundarias. Cuando se dejan de hacer empieza casi inmediatamente la añoranza. En este verano: el sol , el viento y las vacaciones escolares, disparan el gatillo de la memoria en mi cerebro y simplemente me hacen sentir viejo. Es peor cuando tienes unos vecinos que fácilmente pudieron ser ‘yo’ hace unos pocos años.
Los vecinos y su itinerario
Al lado de casa tengo un par de: ‘pelados’ -‘chamos’ ‘guambras’ o como sea que llamemos a los adolescentes- que están en sus vacaciones de verano y las están malgastando de la mejor manera. El horario de estos mocosos ahora es mi fuente de envidia, me pongo verde, solamente al notar que cuando yo empiezo el día, me despierto medio muerto y aún cansado del día anterior. La contraparte vecina son estos individuos que a las 8h00 de la madrugada están listos para ir a jugar fútbol en la cancha de tierra de a la vuelta de casa.
Mientras yo recién tomo conciencia de lo que puede o tiene que pasar en el día, desayuno y reviso el pizarrón de las actividades diarias. Papeleo va, viene, mayas salen, pereza entra. Y la mañana avanza rápidamente.
A las 10h30 están de vuelta, claro con tierra hasta las orejas, pero con una cara de felicidad impresionante comparable solo la mueca que pueden tener los campeones de la copa del mundo, luego de ganar por una ronda de penales.
Desparecen un momento y salen en sus bicicletas a pasear. Los pierdo de vista hasta la hora del almuerzo mas o menos, en las que solo escucho la pesada puerta mecánica de su casa abriéndose.
Yo salgo y ellos se quedan
Luego del buen almuerzo y la respectiva acicalada –como pinpón que es un muñeco-, agarro mis cosas para salir para la oficina. Me enchufo el ipod, me despido de la gente que se queda en la casa y de los perritos y cuando estoy ya en la calle los muchachos también están acicalados y esperan en la vereda.
Mientras aparece el bus, llegan más amigas y amigos, igual de acicalados y oliendo rico como ellos. No quiero ni imaginar las cosas que hacen... Capaz que no salen a volar cometas, pero cómo se deben divertir los condenados.
La noche.
En lo desordenado que soy, las noches se acortan y se alargan a voluntad, aunque esa flexibilidad también puede pasar en las mañanas.
Reventado al final del día y listo para ir a dormir e intentar descansar las próximas 10 horas en el mejor de los casos, con el gorro y las babuchas puestas, el sonido de la casa de al lado se me mete en e cuarto y escucho: GOOOOOOoooOOOOOLLLL.
A las 02h00 de la madrugada, no se juega fútbol. Por los comentarios filtrados por las paredes fácilmente uno se da cuenta que el mágico playstation hace maravillas y que simplemente ni las máquinas ni los de al lado no tienen horario.
No tener un plan, carecer de agenda, sin ataduras, vagando y vagando, tragándose la ciudad de un solo bocado, sin importar los labios secos y la piel agrietada. Ese es el verano. El mismo que añoro, es simplemente el que me gusta.
Ese tiempo de conocer la calle, la ciudad, los parques, los juegos e incluso el viento helado que he cambiado por ponerme grande. Así es el crecer, pero aunque ahora el verano lo pase bajo un techo miro por la ventana y digo:
¡Qué viva el sol!.
7 comentarios:
Ahhh,eso me recordó la dulce época colegial en que no había responsabilidades y a una la mantenían cómodamente los padres... hasta para ir al cine me daban plata!
wiiiiiii, a los tiempos post y lleno de añoranza.
Q extrañas imágenes llegaron a mi mente con tu relato.
Pues nada, los tiempos cambian y nosotros cambiamos, el clima tampoco es el que solíamos tener en los veranos colegiales...tanto va quedando en el camino. Chanfles me dejas reflexionando. Igual espero q este veran te traiga grandes cosas, diferentes a las aventuras adolescentes, pero igual de interesantes y novedosas. Siempre hay algo que descubrir bajo el sol (aunque lleve ahí mucho tiempo)
Saludos
Pero... "la materia no se crea ni se destruye sino que solo se transforma"!
Confío que EN ESENCIA (y con tierra hasta las orejas o bien acicalados como pinpón), seguimos siendo los de siempre; sea en Quito o en Riobamba, o en la Luna...
Un abrazo,
la noche?? dormir?? que es eso?
a todos nos da esa nostalgia... pero lo bueno es siempre tenemos algo para recordar, ya tendremos tiempos mejores; pero aprovechemos el tiempo que tenemos!!!
saludos n_n
Post nostálgico.... Pero sonamos ya a viejos de 60 años!! :D
Como leí por ahi, el tiempo barre los malos ratos, y deja solo los buenos y la nostalgia. En esos tiempo, ni dinero para un ipod, las hormonas hasta la coronilla (malas concejeras siempre) mal genios, broncas adolescentes... esas cosas también pasaban, y creo que pocos las van a extrañar.
prueba
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