martes, octubre 18, 2005

Crónicas de un día histórico…—que espero que no llegue— Sábado.

Al fin, puedo escribir y terminar mis crónicas sobre la selección, lo hago este momento cuando sabemos que estamos clasificados al mundial.

Pues bien, el sábado, ha llegado, desde que amanece y enciendo el televisor, me encuentro con la previa, el anterior partido contra Uruguay, a las 8 de la mañana y creo que ya no me afecta.

A las 8h15 me sentí periodista, así que me preparé a ver que ofrecía el estadio y sus alrededores, —ya estaba con el virus futbolero comiéndome lentamente—.
Lo que sigue a continuación para no aburrirlos con tantas palabras es una crónica fotográfica.

Llegue al estadio, vi a muchos, hinchas, fue divertido ver a los más pequeños, la pureza del fútbol, no se si sea su primera vez en un partido de la selección, pero yo noto al hinchita despreocupado, que piensan ustedes…


El festejo previo al fútbol, para mi que el gordito ya estaba con unos tragos encima, pero animaba a la gente en su trayecto a la puerta.

El camino que falta hasta el estadio…



El camino que aún les quedaba por recorrer a muchos hinchas


Los hinchas uruguayos…

El Choripan, no se si uruguayo, pero choripan al fin, a pocos metros “del lugar de batalla”



Empezó el partido y en las calles esto fue lo que quedó de las previas.



Al finalizar el partido, empatamos, La Selección va al mundial.
Los festejos empiezan pero la gente de Quito aún detesta a la policía por su brutal represión en Abril, lo que tienen hoy, en el festejo de la selección, es represión nuevamente.



Existieron, como siempre, unos cuantos abusos en el festejo, cuando me percaté de ello ya fue demasiado tarde para preguntarme ¿Cómo llegué hasta el centro mismo de los acontecimientos?.
Cuando bien entrada la noche, en medio de un festejo surrealista —nunca soñé estar, en aquel lugar el sábado en la noche— un amigo, que no tiene mucho contacto con el fútbol —no le ve el sentido, no ha escuchado un gol en un estadio lleno y muchos etc. más— y que pasó conmigo todo el día viviendo el ambiente futbolero consumista me dijo:
“ésta es la fiesta, la alegría de la gente, es lo que hace que el fútbol valga la pena. Es lo único chévere que he visto hoy…”
Y con esto me quitó el virus futbolero y empecé a gritar por la “tri” Y mientras lo hacía festejaba, por el simple hecho de estar vivo, eso era lo que sentía la gente… Raro en lo absoluto… pero a veces así son las cosas.
Suerte a la Selección en el Mundial.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que será de las fotitos???... bueno... bien o mal a veces resulta dificil salirte de la corriente... y aunque concuerdo en muchas cosas con lo fastidioso que puede resultar todo este ambiente futbolero, también ese festejo de la gente me ha llegado a contagiar...

Anónimo dijo...

El fútbol es ahora, para un pueblo que no tiene esperanza, que han maltratado y pisoteado (gobiernos, policías, diputados, etc) lo único que le queda. Ese saber que, 11 hombres, en su mayoría salidos del pueblo mismo, pueden sacar la cara y decir que son ecuatorianos, en un medio tan competitivo como el futbol, le guste a quien le guste, una de las mayores pasiones que mueve a TODO el mundo.

Chévere la crónica, me esperaba más fotitos. Faltaron las niñas que van al fútbol, que siempre hay algo interesante.

Anónimo dijo...

"El fútbol es ahora, para un pueblo que no tiene esperanza, que han maltratado y pisoteado (gobiernos, policías, diputados, etc) lo único que le queda"

concuerdo con el señor de arriba... pero el documentar todo eso de alguna manera (prefiero la camara) siempre es bueno.. seimpre nos conecta con algo que a veces creemos haber dejado ser.

saludos desde el puerto señor.. se lo espera para esas bielas..

Anónimo dijo...

...Hola, hola PASTV, un gusto leerle como siempre... me gustaron las fotos, impactantes...

...y perdóneme mashu... pero ese comentario si me sonó a pueblo resignado y no a pueblo luchador... de que es un escape es un escape a toda la mierda que rodea a mi lindo país... pero no es una salida... poniéndose los pantalones y saliendo a la cancha pero a la cancha vestido de esperanza... no de resignación... un abrazo desde la orilla de los cuentos...